La mujer en la Industria: avances a pasos firmes

En el Día Internacional de la Mujer analizamos el panorama en primera persona

En el marco del Día Internacional de la Mujer creemos que es un momento más que propicio para hablar de aquellas que logran ingresar, trabajar y avanzar en un mundo históricamente liderado por hombres: el de la ingeniería


Según un informe de la Secretaría de Políticas Universitarias de Nación, en 2017 se graduó una ingeniera cada 10.427 mujeres, mientras que se recibió un ingeniero cada 3.238 hombres en el país. Además, indicó que del total de mujeres estudiantes de ciclo superior (61,9%) sólo el 20% opta por estas carreras. Desde el inicio, pareciera que este tipo de carreras no están hechas para mujeres, o simplemente es un trabajo que será mejor desempañado por un hombre. Sin embargo, tal aseveración dista enormemente de la realidad. En EnviroControl estamos dispuestos a demostrarlo.




Paso al frente


La Dirección de Estadísticas e Información de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), única universidad argentina que concentra todas carreras de Ingeniería, comunicó que en 2018 hubo un crecimiento del 38% en la participación femenina en los últimos 10 años. El camino aún es largo, pero el avance es significativo. 


Consultamos con nuestras las protagonistas, nuestras compañeras, e indagamos sobre aquellos conceptos que afortunadamente hoy sobrevuelan la sociedad y a la Industria en general: la apertura y la diversidad de género como factor clave dentro de cualquier empresa. 


Fiorella Alejandra Pérez, es Responsable de Administración en nuestra Base Comodoro y Coordinadora de Servicios. En sus años de trabajo en la Industria ha demostrado un desarrollo destacable y valioso para la firma. Lejos de anteponer el género a su actividad, el desempeño demuestra que tales preconceptos carecen de validez. “A esta altura ninguna profesión, puesto laboral, o área debería ser demarcada por un género específico, ya que ambos sexos pueden llegar a desempeñarse indistintamente si logran desarrollar aptitudes en el sector en el que están”, detalla Fiorella. 


Por su parte, María Inés Costas, Gerente de la Base Comahue, advierte su visión y coincide en varios aspectos. “Desde siempre la Industria hidrocarburífera ha sido un sector masculinizado y romper con eso, no es una tarea sencilla. De a poco las operadoras y empresas de servicio, han comenzado a implementar políticas de género muy valorables; aunque no se rompe el techo del ascenso laboral de la mujer en el interior de las organizaciones.”


Romper con paradigmas históricos es complejo, y en un sector a donde el hombre naturalmente se alza como “más hábil” o “capaz”, aún más. Sin embargo, el desarrollo de la mujer en varios campos ha sabido demostrar que el panorama no es tan lineal y que el juego es indiferente al género. “Puntualmente en mi caso, a lo largo de mis 35 años fui adquiriendo por voluntad propia muchas aptitudes y destrezas en trabajos considerados para la mayoría como "cosas de hombres". Realizo tareas tanto de mecánica automotriz, mantenimientos eléctricos, soldadura, herrería carpintería entre otras cosas. Lo cual me hace sentir muy orgullosa de mi persona y sé que hasta tengo muchas más habilidades que algunos hombres”, advierte Fiorella. “Hay hombres que miran de manera sorpresiva, otros de manera competitiva, otros con indiferencia y varios con admiración”, concluye. 




María Inés agrega además un factor que muchas veces pasa inadvertido pero que juega un papel clave y determinante en nuestros trabajos como lo es la disparidad de exigencia por el género en el mercado laboral general: “Muchas veces sentimos que por el hecho de ser mujer se nos demanda demostrar  más que al hombre u optar si tener hijos o desarrollarnos  profesionalmente.  La desigualdad de oportunidades, juega en contra de las aspiraciones de las mujeres profesionales, de ir tras los puestos de la alta gerencia y romper el techo de cristal.”




Avances pequeños, pero avances al fin


Más allá de la Industria específica a las que no refiramos, la inserción laboral de las mujeres es del 36.1 % y la de los varones del 51.6 %. Y sumado a ser minoría, la disparidad entre las distintas disciplinas es notoria. La diferencia entre las terminales puede ser porque quedan sectores que piensan que el trabajo que hace un ingeniero no puede ser hecho por una mujer, en especial en las áreas eléctrica, electricista, electrónica, mecánica, petróleo, que todavía se ven como campos de acción que no serían favorables para la mujer. Tales preconceptos se reducen “simplemente a un pensamiento machista ya que el hecho de ser hombre y tener el título de ingeniero no quiere decir que después se logre volcar el conocimiento de libros a lo práctico o se tenga aptitudes en algo referido a su profesión” advierte Pérez. 


Sin embargo, en los últimos años el panorama viene apostando al cambio. “Según el Gobierno de la Provincia de Neuquén, el ingreso de mujeres a nuestro sector creció un 30% en el último tiempo”, destaca María Inés. “El sindicato de Petroleros Privados, informa que de 25.000 afiliados; 2.000 son mujeres, es decir un 8%. Además, con una industria más tecnificada, el rol de la mujer está cambiando, con profesionales capacitadas a través de cursos de rápida inserción laboral  o universitarios. Hay una intención de cambio” detalla Costas. 


Alicia Cortes, encargada del área administrativa en Base Mendoza, comparte su visión al respecto de los valores que deben existir, más allá del género, en cualquier organización, "No me resulta para nada difícil trabajar entre compañeros varones ya que en la empresa, prima el respeto. El que les tengo, primero como personas y segundo por su trabajo. Creo que por ser mujer, he tratado algunos temas desde el punto de vista que un varón, no acostumbra a ver, lo que me ha llevado a generar lazos de amistad más allá del compañerismo." Y a propósito del avance, comparte su adhesión "a la evolución que de a poco le ha ido dando más protagonismo al sexo femenino."




Lejos del género convertirse en una barrera profesional, las cualidades naturales de una mujer logran resultados que marcan la diferencia. “Hay detalles a los que generalmente los hombres no les prestan atención o "les da igual" y la mujer, por el contrario, es muy meticulosa y detallista", comenta Fiorella. A su turno, María Inés confirma la teoría de que “hay características que se consideran intrínsecas a las mujeres,  como su sensibilidad, detallismo y organización, que son un plus para sus funciones. Nos encontramos frente universo desafiante;  de creatividad permanente, donde las habilidades como flexibilidad, adaptación e innovación, son muy importantes para desarrollar un negocio en un contexto cambiante.” 



La realidad puede ser dura para las mujeres aún. El contexto pide cambios y la evolución de a poco los ofrece. En un futuro posiblemente no tengamos que sentarnos a analizar estos temas, y quién sabe, trabajar simplemente en el avance de la industria más allá del género. Por lo pronto, habrá que seguir abriendo caminos para las futuras ingenieras. “Deseo que siempre pongan lo mejor de sí mismas y sin miedos para poder desenvolverse en hacer lo que les gusta. Que nunca se queden con el no, que siempre se puede”, agrega Fiorella pensando en las próximas generaciones. A su turno María Inés nos deja con un concepto poderoso: “El gran desafío es desarrollar nuestra potencialidad, resolver situaciones de conflicto, ser innovadoras y creativas, estar motivadas a los cambios y desafíos tecnológicos, cuidando el medio ambiente, para lograr una transformación del sector, con igualdad de oportunidades.”

El cambio es hoy y EnviroControl trabaja en ello. En el Día de la Mujer hacemos nuestro aporte para la evolución y el desarrollo de una Industria más justa y pujante para todos.